Work & Roll
jueves, 12 de abril de 2007
Hoy es un buen día para sufrir una crisis de indentidad, lo que por otra parte me extraña, y me pregunto si he llegado a alcanzar de forma esporádica alguna clase de nirvana, ya que tengo todas las papeletas para rallarme y, sin embargo, aquí estoy, con una taza de café en casita, en pijama, sin ducharme ni afeitarme, escribiendo chorradas en mi blog, y faltando apenas una hora para entrar a trabajar.
La semana próxima íbamos a entrar a grabar. Digo íbamos porque por culpa mía, indirectamente, la cosa se retrasará al menos una semana, y yo no podré grabar nada hasta dentro de quince días. El problema es mi trabajo, trabajo una semana sí y una no, y la semana que viene me tocaba descansar, así que el lunes se iba a grabar la batería. Fer es tan bueno que en una tarde podía tener listos los tres temas, pero necesitaba que yo estuviese allí para marcar las frases con la guitarra, y como me tocaba librar no habría ningún problema. Con Fer grabando el lunes mi hermano podría meter el bajo martes y miércoles, y yo tendría jueves y viernes para grabar las bases rítimicas y algunos arreglos solistas. Viernes y sábado Rodri grabaría su guitarra rítmica y solista, y ya solo quedaría la voz y algunos arreglos y partes solistas independientes. En dos semanas y aproximadamente siete sesiones, estaría la maqueta...
Pero se ha marchado una compañera en la empresa, lo que implica una reestructuración. Además, la semana que viene han impuesto un curso en la empresa de Hp Openview (al que estoy obligado a asistir), y mi jefe ha tenido que revisar los planes que tenía para los técnicos y operadores, llegando a la determinación de que necesita dos operadores nuevos, uno para cubrir la baja de esta chica, y otro para cubir la mía, porque ha decidido sacarme de turnos a horario de oficina, cuando encuentre el personal que necesita.
Por un lado es genial, soy el penúltimo que ha entrado en la empresa y ya cuenta conmigo para un trabajo de mayor responsabidlidad, por otro lado esto de currar semana sí y semana no me gustaba... aunque la especialización fuese nula. De ahí que piense que debo plantearme qué coño quiero hacer con mi vida. ¿Quiero mejorar profesionalmente? ¿Quiero quedarme como estoy porque es más cómodo? ¿Quiero abrirme camino en el terreno musical reorganizando mi vida para que me permita dedicarle mayor tiempo a mi instrumento?
Todo tiene sus pros y sus contras... Mi horario actual me deja mucho tiempo libre, y tengo jornada continua. Trabajo fines de semana, pero luego tengo semanas libres, no me como mucho el tarro, y además estoy contento, pero el trabajar fines de semana supone una traba para los conciertos. El trabajo de oficina me dejaría "libres" los fines de semana, pero tendría disponibilidad 24 horas las semanas que me tocase, lo que quiere decir que me pueden llamar en mitad de la noche para resolver algún problema, y tendría que conectarme al dominio de la empresa a través de la VPN. Pero la disponibilidad es desde el domingo a las 00:00 horas hasta el sábado a las 16:00 horas, por lo que tendría todos los sábados libres para tocar... Lo malo es cuando te llaman un martes a las 4:00 de la madrugada, y a las 8:00 te levantas para ir a currar, jornada partida hasta las 18:30 de la tarde. Y esas horas "extra" no las pagan... pero tendría la posibilidad de aprender y trabajar con tecnologías que, hoy por hoy, me son vedadas.
No sé qué hacer... solo sé que cada vez que me surgen estas dudas pienso: "¿me dejará tiempo suficiente para tocar?" Pero no me preocupo, y eso es lo que más me sorprende, quizá sea porque decida lo que decida, cuando llegue el momento, sabré adaptarlo para continuar adelante con mis sueños. Y aunque sé que no voy a vivir de la música, me sabe bien ver cómo aquellos delirios de adolescencia se hacen realidad...
Ya lo decía Gladiator: "lo que hacemos en la vida, tiene su eco en la eternidad".
La semana próxima íbamos a entrar a grabar. Digo íbamos porque por culpa mía, indirectamente, la cosa se retrasará al menos una semana, y yo no podré grabar nada hasta dentro de quince días. El problema es mi trabajo, trabajo una semana sí y una no, y la semana que viene me tocaba descansar, así que el lunes se iba a grabar la batería. Fer es tan bueno que en una tarde podía tener listos los tres temas, pero necesitaba que yo estuviese allí para marcar las frases con la guitarra, y como me tocaba librar no habría ningún problema. Con Fer grabando el lunes mi hermano podría meter el bajo martes y miércoles, y yo tendría jueves y viernes para grabar las bases rítimicas y algunos arreglos solistas. Viernes y sábado Rodri grabaría su guitarra rítmica y solista, y ya solo quedaría la voz y algunos arreglos y partes solistas independientes. En dos semanas y aproximadamente siete sesiones, estaría la maqueta...
Pero se ha marchado una compañera en la empresa, lo que implica una reestructuración. Además, la semana que viene han impuesto un curso en la empresa de Hp Openview (al que estoy obligado a asistir), y mi jefe ha tenido que revisar los planes que tenía para los técnicos y operadores, llegando a la determinación de que necesita dos operadores nuevos, uno para cubrir la baja de esta chica, y otro para cubir la mía, porque ha decidido sacarme de turnos a horario de oficina, cuando encuentre el personal que necesita.
Por un lado es genial, soy el penúltimo que ha entrado en la empresa y ya cuenta conmigo para un trabajo de mayor responsabidlidad, por otro lado esto de currar semana sí y semana no me gustaba... aunque la especialización fuese nula. De ahí que piense que debo plantearme qué coño quiero hacer con mi vida. ¿Quiero mejorar profesionalmente? ¿Quiero quedarme como estoy porque es más cómodo? ¿Quiero abrirme camino en el terreno musical reorganizando mi vida para que me permita dedicarle mayor tiempo a mi instrumento?
Todo tiene sus pros y sus contras... Mi horario actual me deja mucho tiempo libre, y tengo jornada continua. Trabajo fines de semana, pero luego tengo semanas libres, no me como mucho el tarro, y además estoy contento, pero el trabajar fines de semana supone una traba para los conciertos. El trabajo de oficina me dejaría "libres" los fines de semana, pero tendría disponibilidad 24 horas las semanas que me tocase, lo que quiere decir que me pueden llamar en mitad de la noche para resolver algún problema, y tendría que conectarme al dominio de la empresa a través de la VPN. Pero la disponibilidad es desde el domingo a las 00:00 horas hasta el sábado a las 16:00 horas, por lo que tendría todos los sábados libres para tocar... Lo malo es cuando te llaman un martes a las 4:00 de la madrugada, y a las 8:00 te levantas para ir a currar, jornada partida hasta las 18:30 de la tarde. Y esas horas "extra" no las pagan... pero tendría la posibilidad de aprender y trabajar con tecnologías que, hoy por hoy, me son vedadas.
No sé qué hacer... solo sé que cada vez que me surgen estas dudas pienso: "¿me dejará tiempo suficiente para tocar?" Pero no me preocupo, y eso es lo que más me sorprende, quizá sea porque decida lo que decida, cuando llegue el momento, sabré adaptarlo para continuar adelante con mis sueños. Y aunque sé que no voy a vivir de la música, me sabe bien ver cómo aquellos delirios de adolescencia se hacen realidad...
Ya lo decía Gladiator: "lo que hacemos en la vida, tiene su eco en la eternidad".
Etiquetas: Arpegios Malparidos
posted by Blue Devil's @ 13:58,