En blanco... y en botella de cristal
jueves, 28 de febrero de 2008
¿Sabéis lo que más odio de escribir? El síndrome de la hoja en blanco. Supongo que estaréis familiarizados con el término, es eso que te sucede cuando te sientas delante del folio o del portátil, con una hoja en blanco delante de ti, y el ansia de plasmar algo en ella. ¿Sabéis lo que suele ocurrir? Nada en absoluto. El cursor parpadea durante segundos, minutos, horas, días, semanas... El tiempo es lo de menos, a decir verdad, el tiempo no significa nada, el síndrome de la hoja en blanco mide los intervalos por su propio rasero y a fin de cuentas te controla, controla tu propio tiempo en función de sus necesidades. Te controla a ti. Al principio no lo ves venir, sencillamente no te apetece contar nada, los días van pasando y se convierten en semanas, haces tu vida, quedas con gente, vas a esos sitios de siempre o visitas otros nuevos, en ocasiones piensas "tengo que hablar de esto en mi blog", pero no lo haces porque no sabes por dónde empezar, o lo achacas a que estás demasiado liado y no puedes permitirte el lujo de ponerte a divagar. La hoja en blanco sonríe para sus adentros, y el tiempo, tu tiempo, transcurre como de costumbre. Otro día te sientas, va siendo hora de dar señales de vida, pero no se te viene nada a la cabeza, tratas de romper el silencio ensuciando la pantalla con algunas palabras inconexas, pero no valen una mierda y las borras. De nuevo el síndrome gana en el pulso. Una noche te sientes inspirado y con pocas ganas de dormir, abres el editor de texto y te enfrentas a la hoja... pero las palabras no salen, quieren salir pero algo las bloquea, cambias el fondo por otro color... ya estás harto del blanco... pero resulta incómodo y a la larga es casi peor. Crees que el problema es que aun debes darle algo de forma en tu cabeza, te das un paseo, te fumas un cigarro, la historia da vueltas sin salir de su sitio, y al final desistes. Ya estás jodido, ahora eres su esclavo, otra vez... y el bloqueo va en aumento. Han pasado algunas semanas o meses desde la última vez que escribiste algo, mientras tanto has recuperado del cajón desastre algún par de escritos, bien porque la situación lo merecía, o porque sencillamente buscabas en lo más recóndito de tu ser algo que no te hiciese sentir culpable, o miserable, o un completo fracaso. Pero recuperar escritos a fin de cuentas no es otra cosa que una llamada de auxilio a tus musas, donde quiera que estén... con la esperanza de que los versos del pasado te impregnen con su melancolía, el último recurso de los escritores mediocres - que a fin de cuentas es lo que eres -, y logres así, refugiándote de nuevo en tu propia mierda, romper el maleficio. No funciona. Es como tirarte a una camarera horas después de que te deje tu novia. A la mañana siguiente estarás igual de jodido y probablemente con resaca, y lo peor de todo, no sabes quién es el alien que está tumbado a tu lado en la cama, y que se ha comido a la tia buenorra que te ligaste anoche.
Etiquetas: Pajas Mentales
posted by Blue Devil's @ 0:09, ,