12 Compases

Con un título tan sugerente como este se da por hecho que centraré el grueso de mi discurso en el consumo desmesurado de chapatas de tortilla en Tegucigalpa, y el cultivo de la amapola silvestre en Surinam.

Mis oponentes en el debate, pesos pesados en el desarrollo económico de una colonia independiente sita en una isla perdida, y cuya fuente de ingresos reside en la exportación de dinosaurios para películas de serie b, criticarán las medidas tomadas para la reducción del consumo de chapata de tortilla, achacando el origen del problema a una mala gestión de la patata temprana de Borusia, y a la privatización de la industria de chapatas, cuyas fábricas han sido trasladadas a países tercermundistas, como la Atlántida o la isla de Ávalon.

Tampoco, avispados ellos, dudarán en criticar la estrecha relación entre gobierno y los mayoristas implicados en la pasteurización y distribución de amapolas para su venta en grandes superficies como Pachá (por poner un ejemplo), y recordarán la oposición de grupos ecologistas ante la explotación de los cultivos de amapolas silvestres ya que, como su propio nombre indica, son silvestres y no hace falta cultivarlas.

Yo me veré obligado a recordar los incidentes acaecidos en la isla perdida, y que tuvieron como resultado una firme opresión de las especies autóctonas, como el velociraptor o el tiranosaurus rex, amén del ferviente interés de sus líderes por ocultar pruebas esclarecedoras que acusaban de los incidentes a un informático freak, y con sobrepeso, del que, por cierto, nadie ha vuelto a saber jamás…

El debate tendrá una duración aproximada de dos horas, llegando a las siguientes conclusiones. A saber:

• La chapata tiene los bordes achatados para ahorrar costes.

• Los dinosaurios tienen derecho a la huelga, siempre y cuando estén sindicados.

• Las margaritas son flores del campo, así como las amapolas, y algunos crustáceos.

• Bic naranja escribe fino, bic cristal escribe normal.

El debate finalizará sin que se haya dicho una sola palabra acerca de la inmigración o de la política de extrema derecha en Pernambuco.

Y eso, amigos, es en lo que consiste el juego de rol gótico-deprimente y postchorra-punk llamado: Política.