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12 Compases

La Víspera del... V
lunes, 3 de septiembre de 2007

Post Tenebras Lux
~.~

- Tengo miedo, Rachel.
- ¿De qué tienes miedo?
- Tengo miedo del futuro. Tengo miedo de no saber tomar la decisión correcta.
- En eso consiste la vida, cariño, el fundamento de toda la existencia.
- No te entiendo.
- Es muy sencillo, cielo. Alguien, hace mucho tiempo, cometió un grave error.


Morgan contemplaba el vaso vacío entre sus manos, mientras dejaba a las palabras deambular por su cabeza. Conversaciones fugaces que iban y venían, recreando momentos vividos, instantes soñados, y realidades inventadas, confabulándose con el infinito para arrastrarla de nuevo a su presencia.

La voz de Rachel brotaba de lo más profundo de sus recuerdos, inundando su cerebro con el cálido néctar de su risa. Por un instante, el lóbrego salón se transformó en la habitación del burdel donde había escuchado, por primera vez, los frenéticos latidos de un corazón que creía muerto. Tras haber sido vapuleado, engañado, despechado, avergonzado, y finalmente tiroteado, aquel músculo inservible, convertido en un campo de minas, se había contraído en un espasmo, fibrilando hasta volver a latir. Y ahora, el aliento que había devuelto la vida al náufrago a la deriva, arrastrado por el lento oleaje de su propia rutina, se evaporaba gota a gota entre el alcohol y la nicotina que empalagaban su boca, olvidando lentamente la fragancia del perfume que aún impregnaba sus recuerdos.

El amanecer se filtraba por las persianas bajadas, y la más oscura noche se adueñaba del silencio de la habitación, ahora una celda de lágrimas secas brotando de las cuencas vacías, donde el llanto de un niño recién nacido, hijo de la desesperación y el sufrimiento, anunciaba un inminente despertar. Anunciaba un retorno hacia la luz.

Morgan se estremeció. Sintió frío de pronto; un frío viejo, primitivo, rancio, que en forma de escalofrío abrazaba su espina dorsal, asiéndose a su médula con uñas de hielo y dientes de metal. Haciéndose un hueco en el cálido refugio de sus entrañas, como intentando escapar de un foso intangible que lo arrastraba sin remedio al inframundo.

Duró mil años, que es el tiempo que dura un segundo, cuando el dolor se debate entre la consciencia y el delirio, y entonces cesó. Y el reflejo de su rostro en el cristal del espejo le devolvió la mirada; altivo, impávido, y completamente desconocido.

Contempló largo rato el desfile de nuevas sensaciones que se agolpaban en su pecho, a través de los ojos que, clavados en los suyos, lo escrutaban más allá del límite que separa la realidad del mundo onírico, enmarcado en el espejo. Las imágenes se sucedían con vertiginosa violencia, sin apenas tiempo de ser asimiladas por su aletargada razón, y cuando estaba a punto de ser fulminado por la alucinación, en un arrebato de furia, descargó sus puños contra el espejo.

Gritó al tiempo que los cristales salían despedidos, clavándose en el suelo y en sus manos, y la sangre surgió a borbotones por entre las heridas, pero no le importó. Ni tan siquiera reparó en ello cuando, presa del pánico, abandonó el apartamento, corriendo escaleras abajo hasta llegar a la calle, donde se encontró cara a cara con la cegadora luz del sol.

El niño había dejado de llorar.

~.~


- Tengo el mismo sueño cada noche, desde hace semanas… -murmuró Adán, con la mirada perdida en el fluido ambarino de su taza-. Me despierto bañado en sudor, pero no estoy despierto, continuo soñando, y así una y otra vez… A veces duele.
- ¿El sueño duele? –preguntó ella.
- No, duele no saber a ciencia cierta si estás soñando o no… Aun ahora me pregunto si no estaré dormido y no me puedo despertar –alzó la vista y miró a Eva con melancolía-. ¿Sabes? Nunca olvidé. No me dejaron olvidar. En mi cabeza arrastro miles de años de existencia... pero aun puedo verte como si nunca hubiésemos… ¿Qué día es hoy?
- Treinta de diciembre.
- Ah, entonces es mañana la víspera.
- ¿De año nuevo? –preguntó Rachel.
- No, del fin del mundo… -y tras pronunciar esto bebió pausadamente del te.

Rachel no dijo nada. Adán no veía el mundo igual que los demás, sus ojos filtraban el espectro de realidad humana permitiéndole observar los hilos que tejían el continuo espacio tiempo. Era como contemplar el pasado, el presente y el futuro a la vez, con sus múltiples dimensiones, opciones, situaciones fruto de las decisiones tomadas o por tomar. Un arquitecto ve los planos de un edificio y es capaz de imaginar el resultado, Adan se encontraba sumido en los planos del mundo, y en su propio resultado, solo que el mundo es un edificio que cambia a cada instante, y con él los planos, sus estructuras, sus niveles con miles de corredores y puertas que no conducen a ninguna parte, o a todas a la vez. Podía observar el mundo como el Creador, pero era incapaz de comprenderlo, y todo aquello lo estaba volviendo loco.

- Voy a matarlo –sentenció Adán, haciendo añicos el silencio con el tenue ronquido de su voz-. Por lo que nos hizo, Eva, mañana voy a matar a Dios.

Etiquetas:

posted by Blue Devil's @ 3:32,




6 Comments:

At 3 de septiembre de 2007, 3:44, Blogger Blue Devil's said...

Y hasta aquí hemos llegao... ahora me voy a una semanita y estaré desconectado porque a donde voy no tengo conexión.

:P

A cuidarse!

 
At 3 de septiembre de 2007, 16:16, Blogger Gambutrol said...

Bueno... pos oye, q yo para cuando vengas ya me lo habré leído, que ahora no puedo. Sólo venía a decirte una cosa:

¡NOMINADO!

 
At 4 de septiembre de 2007, 14:01, Blogger eclipse de luna said...

Vayaaa en lo mas interesante vas y te piras ja ja
Pues nada esperaremos tu vuelta..
Un besito.Mar

 
At 5 de septiembre de 2007, 22:59, Blogger Black Hole said...

Cachis... Pásatelo bien de vacaciones, peeero que sepas que tengo la bolsa de patatas abierta y que se me van a poner pochas sin poder leer la continuación ;)

 
At 6 de septiembre de 2007, 2:55, Blogger vanmar said...

Uff lo he leído dos veces... como me ha gustado por dios.
Gracias...

 
At 22 de septiembre de 2007, 14:32, Blogger MeRCHe said...

Me he leído todos los capítulos, muy buenos todos, espero con impaciencia el final y sobre todo que no nos dejes "con la miel en los labios" tengo mucha curiosidad por ver que pasa con Adan, que quiere matar a Dios cuando él fue el causante de su propia destrucción, esa es parte de la historia de la humanidad y del hombre, "culpar" a los demás de lo que nos sucede cuando somos únicamente nosotros responsables de nuestros actos.

Muchos besitos

 

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