La Víspera del... VI
sábado, 8 de septiembre de 2007
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Caía la noche en la ciudad, y una figura solitaria se alejaba por entre las monstruosas hileras de hormigón, difuminándose lentamente con el paisaje. De su brazo izquierdo colgaba un viejo tres cuartos de cuero marrón, de la mano derecha pendía bien sujeto el estuche de un saxo. Andaba cabizbajo, con aire cansado y expresión conformista con la vida que le había tocado llevar, y emprendía cada paso como si avanzase en medio de arenas movedizas, donde caminar se convierte en un suplicio, y poco a poco uno se va convirtiendo en parte del cenagal. Así era Víctor, parte de esa ciudad, parte de su alma. Porque las ciudades poseen alma y conciencia, en simbiosis con aquellos que les han entregado la suya. Así, hay ciudades con un alma joven, pura, apenas dando sus primeros pasos… y otras cuyo alma es vieja, sucia, contaminada, fruto de cientos de años bebiendo de aquellos que en busca de la amante perfecta, se rinden a sus encantos, a sus placeres ocultos, y a la muerte que habita en sus callejones, hospitales, y estaciones de ferrocarril.
Víctor viajaba mucho, su trabajo en cierta manera lo obligaba a trasladarse largas temporadas, pero siempre regresaba como un toxicómano en busca de su dosis, era un adicto, estaba enganchado a aquella ciudad. Conocía los rincones más siniestros de su alma como ella los oscuros callejones de su corazón, eran el uno parte del otro, y ambos sabían que un día sería su propia sangre la que alimentara a las ratas de las alcantarillas. Hasta ese momento, Víctor sería una parte más de la ciudad, en consonancia con el maremagno de vida en ebullición que, surgiendo de las profundidades, alcanzaba las más altas cotas de la miseria. Tan solo cuando tocaba el saxo en el club, durante un instante al menos, podía asirse a un atisbo de esperanza y salir a flote. En aquellos momentos el atardecer de su mundo era el amanecer del siguiente, y en el océano del cosmos la ciudad se encontraba sepultada por toneladas de agua. Entonces nadaba hacia lo lejos, hasta perderse en el horizonte, y las cadenas que lo ataban a aquel desdichado mundo se rompían, permitiéndolo alzarse y volar… Luego, abría los ojos y el barman ya estaba cerrando, hacía rato que el concierto había terminado, y se encontraba perdido como siempre en el penúltimo vaso de Jack Daniel’s. A su alrededor, en cualquier lugar al que mirase, en cualquier parte en que se escondiese, la ciudad lo contemplaba, lo consolaba, y murmurando suavemente desde sus entrañas, lo instaba a recordar que los sueños no hacen promesas.
- ¡Ey, amigo! –Víctor se había detenido para encenderse un cigarrillo, cuando escuchó la voz que venía del suelo, y a trompicones se abría camino hasta sus oídos. Una voz rota, vapuleada, que sabía a papel mojado y retazos de tiempo. Su propietario no tenía mejor aspecto. Era un vagabundo que, medio escondido en una esquina, mendigaba alcohol a cambio de consejos. O al menos eso rezaba el cartón a sus pies-. ¿Qué día es hoy?
- Treinta –respondió con estoicismo, al tiempo que exhalaba el humo y reparaba en el anciano-. Treinta de diciembre.
- ¡Hay que ver cómo pasa el tiempo! –dijo el vagabundo con vehemencia. Víctor se limitó a asentir indiferente-. ¿Sabe que eso mata? –añadió después señalando el cigarrillo, pero no era una pregunta.
- Vivir también mata –respondió Víctor. El vagabundo pareció meditarlo por un momento, y le pareció una respuesta con sentido.
-¿Me daría uno? Total, a estas alturas… -sonrió el vagabundo encogiéndose de hombros. Le faltaban algunos dientes.
- Tenga, y no pase frío –dijo Víctor mientras le soltaba en el regazo un paquete con cinco cigarrillos dentro-. Este será un invierno muy crudo.
- No lo sabe usted bien, amigo… –afirmó el vagabundo agradecido-. Que Dios le bendiga.
- Que Dios le oiga –respondió Víctor, y emprendió el camino de regreso a casa, pero al llegar a la esquina se detuvo, dándose media vuelta.
De nuevo tenía la sensación de que algo no iba bien, de que una pieza no encajaba en el devenir del puzzle al que estaba acostumbrado, y en un intento desesperado por cuadrar las circunstancias se volvió en busca del anciano. Lo que vio le sobresaltó, aunque no le extrañó en absoluto, de cierta manera sabía que sería así: el vagabundo ya no estaba en la esquina. Había desparecido. Y en el suelo, bailando al son de una brisa furtiva, se mecía de un lado a otro un arrugado y vacío paquete de tabaco.
Etiquetas: Relatos
posted by Blue Devil's @ 18:52,
10 Comments:
- At 9 de septiembre de 2007, 11:39, Black Hole said...
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... ¿Y la siguiente parte? ...
- At 9 de septiembre de 2007, 20:59, Caos said...
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Lo primero, perdona x no comentar ni actualizar desde mi llegada, pero no tengo ni un segundo libre xq esta semana tengo dos examenes y durante la aventura en londres abri los libros mas bien poco.
Muchas gracias por la sorpresa, creo que desde el colegio no había recibido un premio por nada, jeje, me hizo mucha ilusion que te acordaras de mi al otorgarlo.
Gracias tb por pasarte de vez en cuando a comentar, siempre viene bien leer a otros.
Por cierto, me queda pendiente leer tu relato, que ya he visto que sigue y sigue, a ver si lo conviertes al final en un libro ;)
Eso si, no te olvides de contarnos de vez en cuando como te va.
Bss - At 12 de septiembre de 2007, 3:30, MeRCHe said...
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Yo empiezo hoy a leer estos capítulos, ya te iré contando...
besos - At 13 de septiembre de 2007, 20:37, Corpi said...
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Magnífico, sin darme cuenta he leído la entrada sin leer antes el título. Lo leeré todo desde el principio, como sea todo así voy a disfrutar de lo lindo.
Un saludo - At 14 de septiembre de 2007, 19:52, Gambutrol said...
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Joder, joder, joder, me quedé retrasado en la entrada II, y me he leído de sopteón todas las que seguían hasta esta. ME ESTÁ GUSTANDO. Buenooooo la cosa está interesante. De momento no entiendo lo de adán y eva, pero supongo que lo haces a propósto y ya se descubirá más adelante (como no acabes esta historia te mato y no te leo más).
¿Tú has publicado algo alguna vez? Por que es que joder... deberías hacerlo, te lo digo en serio. Pareces un escritor auténtico. ¿Por qué no publicas algo? - At 14 de septiembre de 2007, 21:19, Blue Devil's said...
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Jajajaja
Gracias!! Vais a hacer que me lo crea y todo...
Gambu, no he publicado nunca, para publicar suelen exigirte una historia terminada xD
Lo de Adan y Eva tiene su porqué (o eso espero) porque para seros sinceros no tengo ideada ninguna trama, estoy dejando que se haga sola, así que ni yo mismo sé por dónde va a tirar... Lo malo que esta semana y la que viene estoy liadísimo con un encargo y no tengo tiempo de sentarme a escribir, pero ya tengo algunas ideas.
De todas maneras si no entendéis algo preguntadme, porque como dije en el primer post, todo es presumible de ser cambiado, y si hay cosas que están poco claras, que no se queden así (siempre que no sean parte del misterio de la historia) Si vemos que tal hacemos una mesa redonda y aclaramos dudas, porque una cosa es cómo lo veo yo y otra cómo lo veis vosotros :) - At 17 de septiembre de 2007, 17:55, vanmar said...
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Blue, no me quedan uñas ya!!! que sufrimiento...jeje
Un beso. - At 19 de septiembre de 2007, 13:34, Blue Devil's said...
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Ainssss... perdonadme, en serio, no es que no quiera seguir, es que me tienen muy liado con trabajos y encargos y no tengo tiempo de sentarme a escribir :S Yo soy el primero que se muere de ganas por saber cómo continua.
Besos y Abrazos!! - At 20 de septiembre de 2007, 12:38, vanmar said...
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Yo voy por los codos ya... :)
- At 1 de octubre de 2007, 0:47, eclipse de luna said...
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Por fin volvi y me estoy poniendo al dia....jo que interesante...
Un besito.Mar